ROSA AGUILAR: UNA MADRE QUE LUCHA POR SUS SUEÑOS
Mucho ha sucedido desde que escribí acerca de Rosa Aguilar y su pequeño negocio como la primera inquilina comercial de Ciudad Morazán el año pasado. Ella tenía un contrato a corto plazo para alquilar su espacio bajo un árbol mientras esperaba que se construyeran las primeras casas y se mudaran los primeros residentes. Tenía grandes esperanzas para el crecimiento de la ZEDE y su negocio.
En septiembre de 2021, Rosa alquiló una casa en la esquina del primer bloque residencial para su restaurante y pequeña tienda de conveniencia. Con electricidad para sus refrigeradores, gas para su estufa y mesas y sillas para sus clientes, tenía el próspero negocio de sus sueños.
Naturalmente, hubo desafíos, como con cualquier negocio en crecimiento. Rosa tuvo que aprender a ofrecer crédito a algunos de sus clientes y aún así cobrar. Tuvo que gestionar su inventario a medida que el negocio crecía. Necesitando más ayuda, contrató a su primer empleado. Pronto tuvo tres empleados.
Con su arduo trabajo y personalidad alegre, Rosa superó cada desafío. Por ejemplo, cuando sus clientes querían productos de helado, tuvo que alquilar un congelador de helados, pero el proveedor no creía que pudiera pagar. Así que lo llevó a comprobar que sí era dueña de su propio negocio y podía satisfacer con orgullo las demandas de sus clientes.
Durante una fuerte tormenta de lluvia, un árbol cayó sobre una línea eléctrica y dejó sin electricidad a una amplia área durante un día y medio. El helado de Rosa se derritió, pero ella enfrentó valientemente el desastre y salvó lo que pudo, vendiendo algunos helados recongelados a precios reducidos.
Hubo un gran interés en Ciudad Morazán entre las empresas industriales que planeaban llevar empleos a las ZEDE y los trabajadores que querían vivir en la seguridad de la ZEDE. Por lo tanto, el futuro se veía prometedor para Rosa.
Sin embargo, el mayor desafío resultó ser político. En la antesala de las elecciones de noviembre de 2021, circularon rumores falsos sobre las ZEDE. Una noticia falsa descarada afirmaba que Ciudad Morazán estaba desalojando a las personas de sus hogares. Rosa fue maltratada por personas del vecindario, gritándole desde sus autos cuando estaba fuera de las puertas.
La incertidumbre política solo aumentó después de las elecciones. Los posibles inquilinos industriales cancelaron o pospusieron sus planes de llevar sus negocios (y empleos) a Ciudad Morazán. La construcción de las casas continuó, pero la construcción adicional tuvo que ser retrasada.
Hasta esta fecha en abril de 2022, otras 48 casas (para un total de 64) están casi terminadas y listas para alquilar, pero se desconoce cuántas personas se mudarán sin los empleos industriales esperados. Mientras tanto, Rosa ha tenido que despedir a sus empleados a medida que los trabajadores de la construcción terminan y se van. Ella atiende a sus clientes restantes y espera que el nuevo gobierno no aplaste sus sueños.